El Centro de Estudios del Desarrollo realizó este 9 de diciembre un seminario web que planteaba la interrogante: ¿Constitución Ecológica o Constitución Sustentable? en el que se discutió sobre cómo se abordarán los derechos de la naturaleza en la nueva carta fundamental.
En el seminario ¿Constitución Ecológica o Constitución Sustentable? participaron como panelistas Bárbara Saavedra, ecóloga y Directora de WCS Chile y Diego Urrejola, biólogo y Director Ejecutivo de la Fundación Cosmos.
El debate de hoy está centrado en los contenidos de la Nueva Constitución; ¿de qué forma se abordará la triple crisis medio ambiental que plantea la ONU en la nueva Carta Magna?
La ecóloga, Bárbara Saavedra, plantea que la biodiversidad ”es un ecosistema que nosotros lo vemos como un lago, como un salar, como un bofedal; es lo que es gracias a que tiene una red de interacciones entre especies, poblaciones e individuos de distinto tipo y ellos son lo que son producto de historias evolutivas que están resumidas en su material genético y son el resultado de trayectorias específicas que no se repiten y que son propias de los distintos territorios, que es totalmente cambiante, tanto como en el espacio como en el territorio, pero también en el tiempo”.
Y en ese sentido, Saavedra destaca que “Chile es un país millonario en biodiversidad, no solo porque es el territorio que habitamos, sino porque tenemos una biogeografía muy singular… es una diversidad de ecosistemas terrestres, marinos, acuáticos; estas cosas que para nosotros son comunes, son configuraciones de la naturaleza muy particulares a nivel global”.
planteando además que la base de la economía, “lo que sostiene todo lo que ella produce y de lo cual depende, son justamente la naturaleza, los componentes vivos y no vivos que conforman ecosistemas y que dan cuenta de la productividad y si están sanos, pueden ser resilientes para enfrentar los cambios que nosotros estamos enfrentando hoy”.
¿Cuáles son los desafíos que hay que enfrentar como sociedad para subsanar los cambios y el daño que se han generado en el ecosistema?
La doctora en ecología y biología evolutiva, comenta que “la pérdida de biodiversidad es por lejos uno de los factores globales que está más por fuera de los límites que precisamos para poder mantener no solo la integridad del resto de los organismos con los cuales cohabitamos este planeta, sino también de nosotros como sociedades humanas”.
Y argumenta que “son grandes amenazas las que demuestran esta gran degradación: por ejemplo, más de un 80% de la biomasa de especies silvestres se encuentran en declinación; cerca de la mitad de los ecosistemas naturales están declinando; un cuarto de las especies que se conocen están amenazadas de extinción y también cerca del 25% de las especies presentan declinaciones en sus números y esto se debe a factores que son todos humanos: la degradación del hábitat como mayor causa que resulta del desarrollo de prácticas productivas que dan la espalda a la conservación de la naturaleza y que tiene grandes representantes en la agricultura, en la ganadería, en actividades de desarrollo urbano, la sobreexplotación de los recursos, la contaminación, entre muchas otras”.
A estos datos se suma la visión de Urrejola, quien explica que “según el Instituto Nacional de Derecho Humanos (INDH) existen más de 100 conflictos ambientales en Chile, 65 de los cuales se encuentran activos y otros 30 en estado de latencia. Es decir, estamos en una tensión permanente en el territorio y estos conflictos socioambientales tienen que ver con un estrés entre la comunidad y el medioambiente”.
Asimismo, el biólogo comenta que un diagnóstico “podría apuntar a que la actual constitución -la del ‘80- entrega mayor relevancia al individuo más que a la comunidad; a la propiedad privada más que a los bienes comunes o a la función social de esta propiedad privada; a la libertad económica y al mismo tiempo, no le da la importancia necesaria a la protección del medioambiente”.
El director Ejecutivo de la Fundación Cosmos, entrega seis propuestas de mitigación y adaptación al proceso de la triple crisis: el primer paso es “reconocer la crisis climática, porque nos va a situar en una constitución que va a permitir que el marco normativo que se despliega después de ella tenga que ver con hacerse cargo de lo que somos responsables y de lo que podemos aportar”.
Y agrega que “en segundo lugar, hay que entender que hay un derecho humano al medioambiente, pero también un deber de protegerlo. Y aquí podríamos transitar de vivir en un ambiente libre de contaminación -como estipula la actual constitución- a un ambiente sano; que es mucho más integral que solo estar presente sin contaminación, que tiene que ver que las funciones ecológica se están desarrollando, que efectivamente la naturaleza esté contribuyendo a las sociedades (servicios ambientales)”.
En tercer lugar, según expone Urrejola, “el concepto de buen vivir plantea que no somos distintos de la naturaleza, que somos parte de ella y tenemos que vivir en armonía con la naturaleza”.
En cuarto lugar, el panelista considera que “es importante potenciar la función social tanto como de los ecosistemas como de la propiedad y también la función ecológica de la propiedad”.
En quinto lugar, el especialista en medioambiente, plantea que la sociedad puede ser un factor dentro del concepto de desarrollo sostenible. “Por eso, es importante potenciar la participación, ojalá vinculante y que se tome en cuenta la opinión de las comunidades, pero que también venga de un proceso donde haya habido un derecho a la educación ambiental”.
Y por último, Urrejola comenta que “es importante el reconocimiento de la diversidad del país. No podemos tener legislación que trate al territorio uniforme y homogéneamente”. Algo en lo que coincide Bárbara Saavedra, quien considera que la constitución actual “está hecha para Marte”.
Puedes ver el seminario completo aquí.
